miércoles, 31 de agosto de 2011

La razón de un Blog

Era el mediodia solar.
El Maestro se había retirado al fondo de su cueva para comer el mendrugo de pan duro, menú de ese dia y de tantos otros, regado, eso sí, con un buen trago de agua fresca, porque el Buen Dios es generoso y el riachuelo estaba cerca.

Apresurado y sudoroso llega el discípulo. Se para a la entrada para habituar sus ojos a la oscuridad, y al momento exclama:

- Maestro, ¿por qué comes tu pan en la profundidad de tu cueva, y no aqui fuera, donde hay plena luz, corre una suave brisa y puedes compartir las migas con los pajarillos, las hormigas y otros muchos animales que te acompañan en tu soledad ?

- ¿Y tu crees que las migas de mi pan tienen algun valor nutritivo para los animales que me circundan?

- Quizás sí, quizás no, no lo sé. Pero deja que sean ellos que decidan. Y a ti, Maestro, siempre te quedará el gozo de disfrutar de la luz del sol y de la suavidad del viento.

Y el Maestro decidió que en adelante comería su pan a la puerta de su cueva, a la vista de quién quisiera ver.